Sección V

Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos (Mateo 18,20)

El lugar donde se reunían los cristianos se llamó iglesia (ecclesia) que en griego significa reunión. Podía tratarse de un edificio rectangular a veces con un ábside en uno de los extremos (un modelo ya existente en época romana denominado basílica) o de planta central. Su organización interna estaba condicionada por los tres componentes esenciales de la liturgia cristiana: estructura jerárquica, anuncio de la Palabra Divina y administración de los sacramentos, en particular el Bautismo y la Eucaristía. Los contemporáneos entendían estos edificios no solo en términos materiales sino también metafóricamente como un cuerpo vivo construido por Cristo en el que los fieles de todo el mundo eran las piedras, mientras que apóstoles y profetas constituían sus fundamentos.

Selección de obras